Este duelo hace alusión a aquellas personas que han perdido a un ser querido por suicidio.
El impacto que crea este suicidio en familiares, amigos, y demás personas allegadas es muy grande y aparece un fuerte sentimiento de culpa.
Esta culpabilidad se basa en aquello que hicieron o no hicieron para frenar este suceso.
Aparecen pensamientos como” ¿Cómo no me di cuenta?” “Es culpa mía por no haberme dado cuenta antes de lo que pasaba” “¿Por qué me pasa a mi esto?”. Otras reacciones muy frecuentes que pueden sentir las personas que atraviesan esta situación son:
- Shock
- Aturdimiento
- Confusión
- Búsqueda
- Angustia y desesperación
- Tristeza
- Enfado
- Culpa
- Alivio
- Miedo
Sobre todo, ten en cuenta que lo que más ansiedad y estrés provoca al ser humano es la incertidumbre y, en este caso, las personas que sufren este tipo de duelos presentan mucha incertidumbre y se hacen muchas preguntas acerca de: por qué hizo esto, qué le pasaba, porqué no habló con ellos, etc.
Otra característica de este tipo de duelo es que, dentro de la familia que lo está sufriendo, viven este fenómeno como un secreto o como un tema tabú.
¿QUÉ HACER ANTE UN DUELO POR SUICIDIO?
PAUTAS PARA AYUDAR A UNA PERSONA QUE ESTÁ PASANDO UN DUELO POR SUICIDIO:
Nuestros compañeros psicólogos en Alcalá de Henares de ETHOS Psicólogos, nos dan las pautas para ayudar a una persona que está pasando por un duelo por suicidio:
–Reservarse un tiempo cada día para llorar, recordar a la persona fallecida, meditar, etc.
– Escribir. Registrar en un diario sentimientos, pensamientos y recuerdos. Esto ayudará a ganar un cierto control sobre las emociones intensas.
– Hacer un poco de ejercicio. Ayudará a sentirse mejor y mejorar la rutina de sueño.
– Reducir estrés. Realizar meditación, técnicas de relajación, masajes, escuchar música, ayudaran a reducir el estrés emocional y físico por la pérdida.
– Cuidarse. Es importante descansar suficiente y llevar una alimentación adecuada.
– Expresar los sentimientos.
-Compartir la experiencia. Participar en grupos de apoyo con personas que están pasando por experiencias similares con muchas veces una buena forma de compartir los sentimientos más profundos.
– No tomar decisiones importantes.
– Darse tiempo.
– Respetar la elección de su familiar o allegado.
– No sentirse culpable. No sienta o piense que porque dijo o no hizo hubiese podido cambiar el desenlace.
– El dolor actual no es una enfermedad. Es una reacción normal frente a una experiencia realmente difícil para una persona.
– No abusar de fármacos.
– No buscar explicaciones. La mayor parte de las veces, por más que uno lo intente no conseguirá entender las razones que llevaron a una persona a quitarse la vida.