CUANTO NOS CUESTA DECIR NO

por | 22 Ago 2019 | Blog

¿Qué es el NO?

El valor del no, se adquiere desde la infancia puesto que forma parte de nuestra educación, nos acompaña y a medida que vamos creciendo el manejo del NO evoluciona con nosotros, interiorizándose, ayudándonos en la construcción de nuestra autoafirmación, independencia y seguridad.

Nos ayuda a mostrar y defender nuestros criterios garantizando la confianza en nosotros mismos.

Pero ¿Cómo una la palabra tan sencilla y corta nos cuesta, en muchas ocasiones, tanto de decir?

El NO lleva detrás un significado cargado de creencias personales, forjadas por estilo educativo, normas sociales… tipo “cuando alguien te pide un favor no puedes negarte”, y pensamientos irracionales, muchas veces alejados de la realidad, como “si no lo hago, se enfadará conmigo”; que es el peso que debemos levantar para poder transmitirlo.

Hay que añadir también las características personales de cada uno de nosotros como la timidez, la experiencia que tenemos de haberlo dicho, miedo al rechazo buscando la aprobación de los demás o la falta de autoestima.

La suma de todo ello hace que finalmente, en varias ocasiones, terminemos cediendo o poniendo excusas o mentiras por no enfrentarnos a decir NO.

Es algo muy común y puede pasar en diferentes contextos, familia, amigos…

La buena noticia es que el NO es una habilidad que puede entrenarse y adquirirse para el buen manejo en las relaciones sociales, sin sufrir consecuencias negativas.

Y ¿Qué podemos hacer para aprender a decir no?

Existen diferentes técnicas y estrategias para aprender y reforzar esta habilidad, vamos a mostrar algunas actividades para que podamos empezar a trabajarla.

  • Lo primero, es creer que somos capaces de decirlo, y para hacerlo, lo mejor es viéndonos decir

NO.Ponte delante de un espejo y mirándote en él di la palabra NO. Repítelo varias veces, así aparte de que observas lo fácil que resulta decir no, su significado irá perdiendo valor negativo y lo mejor, tendrás una imagen de ti haciéndolo. Tu autoestima va a comenzar a trabajar puesto que te estas demostrando que SABES y PUEDES.

  • Revisa tu escala de creencias.

En ocasiones nos vemos obligados a realizar acciones que no queremos, pero las hacemos porque nuestras creencias nos dicen que debemos hacerlas.

Ejemplo: “Cuando un amigo te pide un favor, siempre hay que ayudarle”.

El conflicto existe cuando lo que pienso y lo que hago no van en consonancia.

Puede que no quieras hacerle ese favor a tu amigo porque tenías otros planes o porque no te apetece; recuerda que todo el tiempo que inviertas en hacer cosas que no quieres por los demás, es tiempo que dejas de ti mismo. Es importante que valores tu tiempo.

  • Repasa tus experiencias.

Haz dos listas, una con las veces que me hubiera gustado decir NO, escribe qué pasó y como te sentiste:

Situación:

Una amiga me dijo de cenar porque había tenido un mal día y fui aun teniendo mucho trabajo por terminar

Como me sentí:

Por un lado bien, porque ella se desahogó, pero muy frustrada conmigo misma, porque al final terminé muy tarde y cansada y lo arrastré todo el día siguiente pensando que no tenía que haber ido.

Y otra con las veces que me he atrevido a decir NO. Ejemplo:

Situación:

Compañero de clase:

“Me dejas un boli para el examen”.

Yo: No, lo siento, lo necesito.

Como me sentí

Genial, puse mi necesidad antes de la suya, además no pasó nada, otro compañero le dejo el boli.

  • Ensaya

Coge la primera lista y piensa que te hubiera gustado haber dicho.

Ejemplo:

Situación:

Una amiga me dijo de cenar porque había tenido un mal día y fui a cenar aun teniendo mucho trabajo por terminar.

¿Qué me hubiera gustado decir? 

Lo siento mucho, me imagino que habrás tenido un día muy duro para querer quedar entre semana; pero tengo mucho trabajo todavía por terminar. ¿Te parece que quedemos el fin de semana tranquilamente y nos ponemos al día de todo?

  • Gana tiempo.

Otra estrategia, cuando alguien te realiza una demanda, no tienes por qué contestar en el momento, permítete tomarte tu tiempo antes de responder. Así ganas espacio para valorar lo que piensas, para luego actuar y como comunicar tu respuesta.

Ejemplo: “¿Podrías cuidarme el perro, la semana que estoy de vacaciones?”.

– “Ya te diré, porque todavía no se muy bien que haré esa semana, por si acaso pregúntale a alguien más.”

Estas son pequeñas actividades que podemos realizar para ensayar esos No es que tanto nos cuestan; es importante que valoremos nuestro tiempo y el decir NO, es signo de tomar nuestras propias decisiones con libertad y de valorarnos a nosotros mismos.

Escúchate y responde en consonancia a lo que piensas.

Muchas veces el No también es muy positivo, por ejemplo, el negarnos a una propuesta puede traer consigo nuevas ideas, abrir nuevas perspectivas y la creación de un proyecto mejor; las negativas pueden ser constructivas.

El cuidarnos a nosotros mismos es importante para nuestro bienestar, igual que trabajamos en nuestro cuerpo, cuidando nuestra alimentación, haciendo deporte… también debemos prestar atención a nuestra parte emocional y la manera de relacionarnos con el mundo es básica en ella. El buen manejo del No, forma parte de esta relación con el mundo, puesto que es comunicar lo que pensamos, reafirma seguridad en nosotros mismos, y nos respetamos en la tarea de llevar en consonancia lo que pensamos y realizamos.

Mucho ánimo y a practicar.

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